sábado, 12 de enero de 2013

ROCIO LA PAJARITA Y EL CONEJO SALTARIN


Las aventuras de la pajarita Rocío y el conejo saltarin 

En lo más alto de un roble se podía escuchar el canto de un pájaro, se escuchaba que estaba muy alegre, este pajarito se llamaba rocío, porque era hembra, su canto era para agradecer a l señor de los cielos, por poder volar, por tener muchos amigos, por haberle dado un canto tan hermoso, que  el bosque, parecía estar de fiesta.

Se podía sentir la brisa, y los rayos del sol que las ramas de los arboles dejaban pasar, el sonido del agua que bajaba como echando carreras, por el riachuelo, lo cual fue interrumpido por una conversación, rocío la pajarita había bajado a tomar agua cuando de pronto se le acerco dando grandes brincos un conejo, blanco con una gran mancha chocolate alrededor de los ojos, parecía que tenia unos enormes lentes, se veía muy gracioso.

¡Hola¡ dijo el conejo a la pajarita, que tal me llamo saltitos, bueno mi verdadero nombre es pedro, pero mis amigos me dicen saltitos, y me encanta , y tu como te llamabas , pregunto el conejo, brincando y moviéndose, parecía que tenia prisa, porque no se quedaba quieto,   yo, contesto la pajarita,  pues mi nombre es roció, continuo diciendo vivo en aquel árbol que ves allá, pronto iniciare la construcción de un nido mas grande, el que tengo ahora se me esta quedando algo pequeño, termino diciendo Rocío al conejo saltarín o pedro, como les gustaría llamar a este conejo inquieto pedro o saltarín?.

Oye que te pasa, acaso te has quedado dormido, oye, oye, le decía Rocío algo molesta a saltarín, el cual se había quedado tan quieto, con la mirada fija hacia los arbustos que rodeaban el riachuelo, diciendo en voz muy baja, casi como en un susurro, ten cuidado detrás de ti esta la  serpiente más enorme que mis hermosos ojos hayan visto, no voltees, ni te muevas, continuo diciendo, muy asustado el pequeño conejo.

Al escuchar esto la pajarita alzo el vuelo muy horrorizada, trepando a lo más alto de los arbustos, mientras que nuestro amiguito saltarín se había, desmayado era demasiado para el.

Roció desde lo alto dijo: yo jamás  seré el desayuno de ninguna serpiente, ella no sabia si llamar al conejito o no hacer ruido, en lo que pensó en ir a buscar ayuda, vio como la serpiente pasaba al lado de saltarín el conejo, estornudando, achís, achís, diciendo: como que mi nombre cuco, no se cuando dejaran cosas tiradas en el camino, de seguro que es alguna alfombra de los humanos, continuo diciendo cuco la serpiente.

Ahora tendré que dar la vuelta por las rocas, mejor voy con mucho cuidado ya mis ojos, no son los de antes, estoy muy viejo, el camino hasta las fresas silvestres es muy largo, si tan solo  tuviera mis dientes, no tendría que comer fresas y las manzanas que se caen del árbol, continuo diciendo cuco la serpiente a la vez que pasaba al lado de saltarín, estaba tan molesto que solo pensaba en el camino tan largo que iba a recorrer hasta el campo de fresas.

Roció espero hasta que cuco estuviera muy lejos y bajo lo mas rápido que pudo Hasta donde estaba su amigo el conejo, y tuvo que darle de picotazos por todas partes, para que despertase, ya,  ya acaso estoy en el cielo, me morí, no seas tonto le dijo la pajarita, te desmayaste y caites como si fueses una guayaba madura, a la serpiente al parecer no le gusta comer conejos, ja, ja, ja, ja rieron ambos diciendo de la que nos salvamos.

Y colorcito, colorado este cuento se ha acabado.

viernes, 11 de enero de 2013

El patito Esteban

 
 
El patito Esteban
 
 
Era un dìa muy soleado, y con mucha brisa, y todos en el bosque se divertian hacia unas horas, que en el nido de la señora pata,  habian roto el cascaròn  ocho hermosos patitos,  de los ocho habìa uno que no se atrevia , ni a salir del nido, estaba aterrorizado porque todo lo veia tan grande, y le daba mucho temor, dejar el nido.
 
La mamà pata se levanto del nido y le dijo a sus hijitos, a ver ponganse en fila, vamos a darles su nombres y levantando la mirada hacia donde estaban los patitos, pudo percatarse de que faltaba uno, y volvio a contar una y otra vez, uno,dos,tres,cuatro,cinco,seis,siete, pero si falta uno dijo mamà pata, estoy segurisima que eran ocho huevos, muy preocupada se diriguio al nido , para verificar si era que algun huevo no se habia calentado lo suficiente, y descartar que se habia dañado.
 
Ya en el nido noto algo raro, si debajo de los cascarones y la paja estaba el patito que faltaba, temblaba tanto, que movia las cascaras vacias que habian en el nido, entonces la mamà pata se acerco con mucho cuidado y levanto suavemente las cascaras de huevo, una a una, diciendo con voz muy dulce: Hijito porque tiemblas, no temas aqui estoy para cuidarte, ven acercate soy tu madre, tengo muchas cosas que enseñarte, hay mucho por aprender, siempre voy a estar contigo, ademàs tengo un nombre hermoso para ti. termino diciendo la patita y lo levanto colocandolo en su lomo.
 
Te llamaras esteban, te gusta hijo? pregunto mamà pata,  a lo que respondio el patito sis,si,si me encanta, vengan vengan vamos a pasear con mamà, dijo muy alegre, llamando a sus hermanos, el ya no tenia miedo, ahora se sentia muy feliz, porque su mami siempre cuidaria de el y tenia siete hermanos con quien jugar, jamàs estaria solo, y se fueròn a la charca a nadar todos juntos muy felices.
 
y colorcito, colorado este cuanto ya  sea acabado . 
 
  Moraleja:Las madres  cuidan  de sus hijos,y  debemos confiar siempre en ellas.